lunes, noviembre 27, 2006

Raúl Guerra Garrido obtiene el Premio Nacional de las Letras Españolas 2006

El escritor Raúl Guerra Garrido ha obtenido el Premio Nacional de las Letras Españolas 2006, que reconoce el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas de España, de un autor español.
Raúl Guerra Garrido, que nació en Madrid, el 4 de abril de 1935, vive en San Sebastián desde 1960. De ascendencia leonesa, el escritor vivió su infancia en Cacauelos (El Bierzo) y estudió la carrera de Farmacia, pero a pesar de que la investigación científica ha sido una de sus grandes pasiones, la creación literaria, especialmente, la narrativa, es el eje de su vida.
El jurado que falló el Premio este lunes ha tenido en cuenta "la labor callada y silenciosa de este escritor, que ha sido siempre un narrador coherente y constante y que sigue publicando obras llenas de rigor".
Según fuentes del jurado, Raúl Guerra Garrido se ha impuesto tan sólo por un voto a la escritora Ana María Matutes, quien también figuraba entre los candidatos para este premio, junto al poeta andaluz Pablo García Baena. Por su parte, Fernando Savater, miembro del jurado y uno de los defensores de la candidatura de Raúl Guerra Garrido, explicaba que espera que con este premio institucional tan importante "se conozca y se preste más atención a un excelente novelista". "Sus novelas, aparte del valor literario que tienen, aportan un gran testimonio histórico y sirven de reflexión sobre la identidad de nuestro país. Y en este sentido tiene dos novelas extraordinarias: Lectura insólita del capital, con la que ganó el Nadal en 1977, y La carta", argumenta Savater. El filosofo vasco también destaca la actitud comprometida de Guerra Garrido: "Quiero subrayar su integridad personal y literaria", recalca.
Guerra Garrido publicó en 1969 su primera novela, Ni héroe ni nada, a la que siguieron Cacereño, en 1970, con la que inició su pentalogía del tema vasco, y Ay, de 1972, con la que obtuvo el premio Ciudad de Oviedo. A estos títulos les siguieron La fuga de un cerebro, Hipótesis y Pluma de pavo real, tambor de piel de perro, con la que obtuvo el premio Eulalio Ferrer en 1977. Ese mismo año recibió el premio Nadal por Lectura insólita del capital, un libro que le consagró como gran escritor. Después siguieron Micrófono oculto y Copenhague no existe, La costumbre de morir y Escrito en un dólar, Ayer con el que en 1984 quedó finalista del Premio Planeta, y Dulce objeto de amor. En 2005 publica La gran Vía es Nueva York, otro de sus éxitos, y con el que obtuvo el premio de la Crítica de Castilla y León y el Villa de Madrid. En 1984 fue elegido presidente de la Asociación de Escritores (ACE), puesto que ocupó hasta comienzos de los 90. También es miembro fundador del Foro de Ermúa y ha defendido actitudes políticas críticas con el nacionalismo y el pacto de Estella, un posicionamiento que también ha dejado patente en numerosos artículos. En julio de 2002 calcinaron su farmacia en San Sebastián, un establecimiento heredado de su abuelo.
El Premio Nacional de las Letras Españolas está dotado con 30.000 euros y está considerado el más importante de este género tras el Premio Cervantes, que se falla el próximo jueves. El jurado que falló el galardón estuvo presidido por el director general del Libro, Rogelio Blanco, y formado por Almudena Grandes, Claudio Guillén, Fernando Savater, Xesús Alonso, José Irazu, Jaume Cabré i Fabra, Juan Mollá, Angel Basanta, Alfredo Conde, Blanca Berasategui y José Manuel Caballero Bonald, ganador de la pasada edición.