miércoles, junio 11, 2008

CITAS EN MANHATTAN, de EMMA REVERTER

Citas en Manhattan'Citas en Manhatan' es una novela ácida y muy divertida sobre el maravilloso y a la vez terrible mundo de las citas a ciegas. Victoria, su protagonista, es una periodista que contrata los servicios de una asesora bajo una identidad falsa. Junto a ella investigará y compartirá con sus lectores las novedosas posibilidades que ofrece el mercado para encontrar a nuestra media naranja. Descubrirá los secretos de un negocio que mueve millones de dólares participando incluso en actividades organizadas para solteros; y cuando el verano termina la periodista sólo tiene que decir a su asesora que ha decidido no renovar el contrato. Ella nunca sabrá que ha sido utilizada como material literario para un diario europeo y la columnista y sus lectores habrán disfrutado de una valiosa fuente de entretenimiento como son las citas rápidas.
Y es que las agencias matrimoniales, las páginas web, los chats, o la buena voluntad de amigos y amigas, ya no se llevan. Lo que ahora está de moda para encontrar a la pareja perfecta son los asesores de citas, un fenómeno social real surgido en Nueva York (Estados Unidos) ante la falta de tiempo por salir y buscar pareja.
Las citas rápidas nacieron a partir de una curiosa teoría del economista Malcolm Blackwell, publicada en 'Blink', según la cual las primeras impresiones son muy importantes, y si una persona no te ha gustado en ocho minutos, jamás te gustará. Actualmente, muchas empresas organizan este tipo de encuentros y los hay de muchos tipos: caros y económicos, diurnos o nocturnos, en espacios cerrados o al aire libre. Todos tienen un elemento en común: idéntico número de hombres y mujeres (excepto aquellas que se dirigen a la comunidad homosexual). Cada uno de los hombres que asiste tiene la oportunidad de conocer a cada una de las mujeres que participa en el evento, en citas rotatorias de ocho minutos. También existen los programas de "adopción de solteros" por parte de parejas estables para que el single saboree de cerca las mieles de la vida de casado con el fin de que pierda su miedo al compromiso. Incluso se han inventado empresas para no tener que rechazar a un pretendiente que ofrecen sus servicios de "ruptura de parejas". (Dar la mala noticia por teléfono cuesta el módico precio de 20 euros y, en persona, 50 euros. -También existe la opción de recogida de objetos personales en casa del ex abandonado.-)